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Teorías psicológicas equivocadas
Amnesia postraumática. Las teorías actuales nos dicen que una experiencia traumática, puede desencadenar una pérdida de memoria. Se da por hecho que este tipo de vivencias, que pone en riesgo de muerte o produce graves daños psicológicos, permite a la víctima anular esa vivencia. Estoy de acuerdo con esa manera de pensar, si se refiere a un suceso como un traumatismo craneal, donde una parte del cerebro queda dañada. No acepto el postulado de amnesia postraumática referido a un daño psicológico. Voy a exponer mis razones. Es un hecho que a la mayoría les gustaría poder borrar de su memoria algo que les recrimina su conciencia, pero, no es posible y todos lo sabemos. Dejo constancia que somos una entidad viva, no dos ni tres en uno. Digo esto porque el reconocimiento de dos partes en el concepto humano son desde el punto de vista psicológico, lo consciente e inconsciente, que no es otra cosa que aquello que nos legaron los griegos, como soma y psique. Pues bien, si como vemos solo somos una entidad, la mente no puede dar orden a la mente para que inhiba unos recuerdos, ya que para esto serían necesarios dos procesos volitivos independientes. De otro lado más pragmático, la mente no puede pedir a la memoria que no sea memoria, borrando o reteniendo determinadas secuencias desagradables, simplemente, no tenemos esa capacidad. El error de esta teoría está en confundir un proceso de autoprotección dictado por el miedo, donde la persona afectada no desea oír, ver, ni pensar en un suceso desagradable, que no por ello lo hace invisible o inoperante, de lo contrario, no tendría sentido el miedo. Si un trauma, según la teoría incorrecta logra eliminar partes de la memoria también desaparecería el trauma. Estos son los errores aplicados a la amnesia postraumática e igualmente a lo que llaman pérdida de memoria selectiva.
En este caso no es una teoría la equivocada, sino una pequeña apreciación que veo conveniente aclarar. Según los estudios psicológicos, la persona que tiene anorexia, cuando se mira en el espejo se ve con más kilos que los que realmente tiene. El sentido de la vista está más relacionado con el cerebro que los otros órganos sensoriales, de esta manera, la imagen que el espejo refleja se ve directamente en la retina, invertida, pero, exacta. El hecho de que el anoréxico se vea más voluminoso es únicamente una interpretación que surge de su propia patología.
Padres maltratadores. En algún momento más de dos décadas atrás, algún psicólogo famoso dijo una tontería y como tal, se propagó con facilidad, aceptándola, como es costumbre, sin cuestionar. Tal fue su repercusión que llegó a los tribunales y asumida por jueces de poco talento se viene oyendo hasta ahora lo siguiente: Los progenitores que maltratan a sus hijos tienen un atenuante si se demuestra que también ellos sufrieron malos tratos. Esto quiere decir que sino se demuestra, el atenuante en la sentencia, no se aplicaría. Veamos esto con más detalle. Tenemos un niño maltratado que tiene conocimiento directo del sufrimiento recibido y cuando se hace mayor y forma una familia, aplica el mismo dolor a sus hijos. De otro lado tenemos al niño de papá, que ha sido cuidado entre algodones y cuando de mayor forma una familia maltrata a sus hijos. Como este niño no tuvo en su infancia ninguna experiencia traumática por parte de sus progenitores, no es capaz de entender plenamente el dolor que está infligiendo a sus hijos, por lo que, sería este caso y no el otro, el que merece más clemencia. Dos personas cometen el mismo delito, una es plenamente consciente y la otra no, entonces...¿qué están haciendo jueces y psicólogos?.
Adaptación al medio ambiente. Muchos trastornos psicológicos como el síndrome de Aspergen, Timidez, Bipolar, Complejo de inferioridad, entre otros, cuando son tratados por los correspondientes psicólogos llegan a un punto en el cual, el terapeuta les aconseja adaptarse al medio ambiente, en este caso, social. Esto es un error que les voy a mostrar basándome en una experiencia propia. Me presenté a una entrevista de trabajo donde me hicieron un test. Pasado unos días me llamaron para una entrevista. En un despacho estaba el psicólogo de recursos humanos y dos personas, que por su aspecto y actitud corporal, deduje eran directivos. Pues bien, el psicólogo me dijo primero lo bueno, que yo era persona ingeniosa y blablabla, después añadió que el test demostraba que tenía dificultades de adaptación. Yo le respondí si me permitía hacerle unas pocas preguntas, el psicólogo me dijo que sí y esta es la conversación tal y como la recuerdo: Cree usted como psicólogo que la mayoría de la gente es inteligente. No, no lo creo, -respondió. Piensa que la mayoría ama a sus semejantes?. No, la mayoría no. ¿Cree que la mayoría son interiormente fuertes?. Tampoco lo creo. Bueno, entonces, ¿a qué quiere usted que me adapte?. Se oyeron las risas de los dos directivos mientras la cara del psicólogo se ponía roja.
Pederastas. Dentro de la pedofilia se dan variantes, que para resumir puedo anclar en dos, el pedófilo que siente atracción hacia los niños, pero, no actúa y el pederasta que llega a la ejecución de su impulso sexual. Me voy a ocupar de este último, aunque mi teoría va a incluir a ambos. También quiero dejar claro que un pederasta lo es sobre niños prepuberes, niños en el sentido pleno. La pedofilia es un trastorno mental y así figura en cualquier libro de psicología. En este punto estoy de acuerdo, no así, en su cometido o causa principal del estímulo erótico del adulto pederasta. No hay consenso entre diferentes escuelas del comportamiento sobre ese origen o atracción hacia los niños. Mi teoría contiene tres vertientes y es esta: Observemos con la imaginación un grupo de abejas en primavera, van derechas hacia esas flores de bellos colores y aromas y cuando llegan, empiezan a libar, menos un zángano, que se empeña en penetrar dentro de un capullo, que como tal, está cerrado, ni tiene color ni aromas. ¿Por qué lo hace?. Veamos ahora un enorme manzano, todo lleno de suculentos frutos, entonces alguien que pasa por ahí, se acerca y con meticulosidad va buscando las manzanas más pequeñas y verdes…..para comérselas. ¿No es esta una muestra de deficiencia cognitiva?. Me pregunto, para qué quiere alguien aplicar una función biológica sobre una persona que no lo tiene. En principio, solo busca su satisfacción, lo que le convierte en un egoísta. Si recordamos los ejemplos descritos deducimos que el pederasta acciona sobre algo que aún no se ha materializado y que es un egoísta. ¿Qué sentido puede tener ésto a parte de la falta de inteligencia?. Hagamos otra pregunta. ¿para qué se actúa sobre algo en su inicio?. La única respuesta es para modificarlo, o dicho de otro modo, para tener un control sobre un suceso biológico que se producirá en el futuro. Con un poco de sutileza podemos recordar ahora una cerradura y una llave. La cerradura lo es desde hace años y por eso, permite que la llave abra la puerta, sin embargo, en este caso que nos lleva, la cerradura es solo virtual, está sin hacer, de ahí que la verdadera intención del pederasta sea forzar para dar forma a la cerradura, esto le da sensación de propiedad sobre un futuro órgano sexual. Suena estúpido y lo es, como la mente y alma del pederasta. También se puede dar otra causa a la misma actuación. El pederasta tiene imbuida una educación donde el sexo es pecado, de esta manera cuando siente la pulsión se ve a sí mismo sucio y como la idea de pecado va en paralelo con la idea de pureza de los infantes, resulta obvio que el pederasta buscará limpiar su pecado en el cuerpo puro de un niño. La tercera hipótesis es la más tenebrosa. En todo es igual a la segunda pero, en vez de buscar limpiarse en un niño, lo que desea es ensuciarlo.
Adolfo Cabañero psicopedagogo y profesor de yoga |
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